La imputabilidad surge de la existencia de una decisión de autoridad que
atribuye tal condición por la transgresión de un deber ser (obligación o
prohibición), o bien por otras razones justificadas en la conveniencia social
de que una determinada persona no culpable sea responsable objetivamente.
En las democracias liberales, la responsabilidad
jurídica no surge de una imputación arbitraria sino de una norma jurídica, que
a diferencia de la norma moral procede de un organismo externo al sujeto,
principalmente el Estado, y es coercitiva.
Generalmente puede atribuirse la responsabilidad jurídica a todo sujeto de
derecho, tanto a las personas
naturales como jurídicas, basta que el sujeto de derecho
incumpla un deber de conducta señalado en el ordenamiento jurídico, o en el
caso de la responsabilidad objetiva, que esté en la situación por la que el
ordenamiento le señala como responsable
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